Las infraestructuras críticas modernas no sólo dependen de la tecnología avanzada, sino también de las personas que las manejan. Vea cómo la identidad sin contraseña puede equilibrar la eficiencia operativa con una sólida seguridad en los sectores de la energía, el transporte y la sanidad.
La mano de obra actual es muy móvil, transfronteriza y depende del acceso digital. Los técnicos de campo, los equipos de mantenimiento y los contratistas deben trabajar con eficiencia, lo que plantea retos de acceso y seguridad únicos. La seguridad de identidad sin contraseña permite a estos trabajadores disponer de controles de acceso sólidos y sin fisuras que reducen los riesgos y facilitan la productividad.
Incluso el personal bienintencionado puede cometer errores. Las contraseñas débiles o reutilizadas, los ataques de phishing y la pérdida de credenciales pueden provocar tiempos de inactividad devastadores. Al sustituir las contraseñas por métodos de acceso biométricos o basados en hardware, las organizaciones pueden reducir el riesgo que suponen los errores humanos y las amenazas internas.
Los controles de acceso estrictos deben ir acompañados de una formación sólida y de políticas de acceso con privilegios mínimos. Un buen programa de identidad sin contraseña no se limita a eliminar las contraseñas, sino que capacita al personal para operar de forma segura, haciendo que el acceso sea fluido y sólido.
- Adopte una identidad sin contraseña para el personal y los contratistas.
- Integre políticas de acceso con Zero Trust y controles adaptables al riesgo.
- Mantener una revisión periódica de los privilegios de acceso, especialmente para el personal crítico.
- Impartir formación y concienciación continuas que sitúen al personal como línea clave de defensa.
A medida que los servicios críticos evolucionan a través de las fronteras, el acceso y la identidad también deben evolucionar. El futuro de la ciberseguridad pasa por poner a disposición del personal un acceso sólido y sin fisuras, con independencia de su ubicación.
Incluso la mejor tecnología de ciberseguridad puede verse socavada por un simple error humano. La clave está en lograr una seguridad sin fisuras: que el acceso sea tan inteligente como seguro.
La identidad moderna sin contraseña no sólo protege las infraestructuras críticas de ataques externos. Capacita al personal y a los contratistas para realizar su trabajo de forma segura, convirtiéndolos en parte de la solución y no en una vulnerabilidad.
