Durante casi 20 años, RSA ha empleado el análisis del comportamiento y el aprendizaje automático para ayudar a nuestros clientes a reforzar la confianza en la identidad con un contexto histórico y en tiempo real sobre los patrones de autenticación de los usuarios en sus entornos. Con este contexto, los sistemas de autenticación y acceso pueden tomar decisiones más inteligentes sobre el riesgo para mejorar la seguridad sin afectar a la productividad o comodidad del usuario final.
En ese tiempo, he escuchado todo tipo de preguntas sobre el funcionamiento de nuestro modelo: ¿qué busca nuestro motor de riesgos? ¿Cómo sopesa una variable frente a otra? ¿Puedo ver los cálculos? ¿Puedo modificar las ponderaciones?
Siempre me han parecido preguntas razonables: nuestros clientes son algunas de las organizaciones más seguras del planeta. Siempre han dado prioridad a la ciberseguridad y solo trabajan con proveedores que puedan mantener seguros su IP, sus empleados y su trabajo.
Permitir que los algoritmos de aprendizaje automático tuvieran algo que decir en la evaluación de riesgos o la coordinación de respuestas representaba un cambio significativo hace 20 años. Pero ahora, esas cuestiones adquieren una urgencia aún mayor. La IA -o al menos lo que los departamentos de marketing llaman IA- está más disponible que nunca. La IA conduce coches, gana concursos de arte, e intentando que un reportero dejara su... cónyuge.
Hay más ruido que nunca para los usuarios humanos que evalúan la IA. Y es una pena, porque he visto resultados reales en el uso de la inteligencia en la identidad para crear posturas de seguridad más fuertes. Pero llegar ahí es más difícil que simplemente preguntar ChatGPT.
Por eso la Cumbre IAM de Gartner de la semana que viene llega en un momento tan importante. El papel de la identidad es en evolución, En la actualidad, las empresas se enfrentan a más retos que nunca, con más usuarios, dispositivos, derechos y entornos que nunca. Esto lleva a nuevos riesgos y amenazas que las organizaciones deben abordar.
Y la IA puede ser un activo importante para ayudar a las organizaciones a adaptarse a esos nuevos retos. En la cumbre de Gartner, revelaré algunas de las muchas lecciones que RSA ha aprendido a lo largo de 20 años de uso de la inteligencia de riesgos para mejorar la seguridad de los usuarios.
Lo que está claro es que la autenticación basada en el riesgo puede ayudan a las organizaciones a cumplir sus objetivos tanto de seguridad como de comodidad. "Basado en el riesgo" no significa asumir más riesgo, sino que hay que afrontarlo de otra manera.
Si se hace correctamente, el uso del contexto, el análisis y la información para complementar las técnicas tradicionales de autenticación y acceso puede ayudar a las empresas a fomentar una seguridad más inteligente y sólida. Y hacerlo a escala permitirá a las organizaciones acercarse a una arquitectura de confianza cero. Pero para conseguir el modelo correcto se necesita verdadera experiencia: por mucho que la IA haya cambiado en los últimos 20 años, la regla de "basura dentro, basura fuera" sigue vigente. Las organizaciones necesitan encontrar proveedores que sepan qué información utilizar en sus modelos y también cómo interpretar los resultados.
Una última reflexión: una organización puede conseguir una seguridad más sólida, mejores resultados y una IA más inteligente aplicando inteligencia en todo su universo de identidades. En la Cumbre IAM de Gartner, explicaré el espectro del riesgo de identidad y cómo la IA puede aprender de las vulnerabilidades y protegerlas en la inscripción, el ciclo de vida y la gobernanza, además de la autenticación.
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¿Quiere saber más? Si viaja a la Cumbre IAM de Gartner, únase a la sesión de Dave Taku, "Identidad inteligente en la era de la IA", el 20 de marzo a las 15:15 en Dallas 7.
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